La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Elena Víboras,
ha defendido en Madrid que Andalucía no aceptará una bajada de la
cuota del besugo o voraz si no hay datos reales para evaluar esta
pesquería. Víboras ha asistido al Consejo Consultivo de Política
Pesquera para Asuntos Comunitarios para debatir la propuesta de
reglamento sobre las posibilidades de pesca de poblaciones de peces de
aguas profundas para 2015 y 2016.
La titular de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha explicado que
esta medida supondría un importante perjuicio para la flota de los
puertos andaluces, especialmente de Algeciras, Tarifa y Conil, que se
dedican a la captura del besugo o voraz. Esta flota está sometida, desde
hace años, a Planes Específicos de Pesca con exigentes medidas de
gestión, como ha sido la reducción del esfuerzo pesquero.
A pesar de ello, la consejera ha indicado que en los últimos años la
flota andaluza ha observado la disminución en las capturas, siendo la
causa principal de esta situación la entrada en la pesquería de
embarcaciones procedentes de Marruecos, que no están sometidas a ningún
Plan Específico de Pesca.
Para Andalucía, esta nueva propuesta que presenta la Comisión Europea
(CE) de reducción de Totales Admisibles de Captura (TAC) del besugo,
“va a suponer que la adopción por parte de España de medidas
restrictivas unilaterales no sirven para nada, al no estar acompañadas
de medidas de corresponsabilidad equilibradas del estado ribereño de
Marruecos” que comparte la pesquería del besugo con España.
La consejera ha recalcado que esta situación “nos llevará a que
Marruecos termine por acaparar la pesquería, con el agravante de que
gran parte de sus capturas se destinan al mercado español”. Esto provoca
una competencia desigual, no sólo en el caladero, sino también en el
comercio.
Víboras ha explicado que, teniendo en cuenta esta situación,
Andalucía propone que para evitar un escenario desigual, tanto en
regulación pesquera como en acceso a posibilidades de pesca, entre las
flotas europeas y marroquí, la CE debe entablar negociaciones con las
autoridades marroquíes. El objetivo es “llegar a una gestión sostenible,
compartida y con medidas comunes, a ambos lados del Estrecho, sobre el
stock de besugo. En caso de no ser así, “llegaríamos a la desaparición
de la pesquería europea en beneficio de la marroquí”, ante lo cual
“habría que exigir la adopción de medidas comerciales que evitasen la
venta de besugo en el mercado español”.
La CE también debe evaluar la pesquería con datos reales, de todas
las partes implicadas, ya que actualmente Marruecos no está aportando
información. La consejera ha matizado que mientras no se dispongan de
datos científicos conjuntos Europa-Marruecos, “difícilmente podemos
aceptar una bajada de cuota de besugo, sabiendo que esta bajada sólo
perjudicaría a la flota europea y a la pesquería del voraz”. “Es por
ello que proponemos que la Unión Europea tome como ejemplo el acuerdo
alcanzado por el Consejo de Ministros de Luxemburgo respecto al Mar
Báltico”, ha asegurado. Este acuerdo consiguió el beneplácito de todas
las partes, incluidos los estados ribereños y los estados miembros que
no pescaban en el Báltico, permitiendo que no hubiese una reducción
importante en el TAC del bacalao del oeste.
Víboras ha recordado que, “ya que debe haber coherencia en las
políticas que se dictan en unas zonas y en otras de la Unión Europea”,
se puede actuar de igual manera en el caso de la pesquería del besugo en
el Estrecho de Gibraltar”.
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