C.S.· E.P. Finalmente serán ocho meses de parada para el sector de la
chirla que faena en el Golfo de Cádiz. La Consejería de Agricultura,
Pesca y Desarrollo Rural ha decretado el cierre del caladero hasta el
próximo 30 de junio con el objetivo de impulsar la recuperación y
conservación de esta especie.
Según publicó el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA),
desde la entrada en vigor de la orden, ayer, la Agencia de Gestión
Agraria y Pesquera de Andalucía y las fuerzas y cuerpos de seguridad
pública, llevarán a cabo el precintado de todas las artes de draga
hidráulica como dispositivo de control. La manipulación del precinto y
el incumplimiento del resto de medidas que recoge la orden, será
sancionado con multas y la suspensión de la licencia de pesca durante un
año.
Inicialmente, la Junta había planteado un cierre temporal del
caladero hasta el 31 de marzo de 2017, y una reducción del esfuerzo
pesquero desde el 1 de abril al 31 de diciembre, limitando el número de
embarcaciones, el tiempo permitido para faenar y el tope de captura. Sin
embargo, en función de los informes técnicos y científicos, se ha
considerado más conveniente cerrar la pesquería hasta el 30 de junio.
Durante los meses en los que no se podrá capturar chirla, la
Consejería elaborará un nuevo modelo de gestión en función de cómo vaya
evolucionando el estado del recurso, con el objetivo de tomar nuevas
medidas en el caso de que sea necesario. Este seguimiento correrá a
cargo de la Junta en colaboración con el Instituto Español de
Oceanografía (IEO).
El cierre del caladero responde a la “preocupante situación de la
pesquería, debido a la sobreexplotación de los últimos años”. Según el
último informe realizado por el IEO, esta situación, unida a la
extracción de ejemplares por debajo de los 25 milímetros y a que no se
ha respetado la zona de cría ha llevado a unos niveles críticos de
explotación que “ponen en peligro la sostenibilidad de la pesquería y el
recurso”.
La orden especifica que las lonjas y centros de expedición asociados,
en los que las embarcaciones están obligados a realizar la primera
venta de sus productos, velarán por el cumplimiento de las medidas. En
caso de incumplimiento por parte de algún barco, la lonja deberá
proceder a su denuncia comunicándolo a la delegación territorial
pertinente.
El sector ha calificado como “sensata” la decisión del cierre del
caladero y esperar a ver el comportamiento del bivalvo antes de tomar
más decisiones, ya que el primer borrador de la administración
contemplaba medidas durante todo el año 2017. En declaraciones a Europa
Press, el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Punta Umbría,
Manuel Fernández, valoró la respuesta de la Junta que ha tenido en
cuenta algunas de las alegaciones presentadas por el colectivo, para que
durante estos meses se pueda regenerar el caladero y las condiciones de
pesca sean “las más óptimas”.
El sector ha puesto de relieve la creación de una comisión de
seguimiento para ver los avances y los resultados que obtienen los
científicos que van a chequear el litoral para comprobar “el número de
individuos y poder pronunciarse respecto a eso” ya que “de lo contrario
la medida sería un desastre”.
Fernández indicó que pese a todo “no podemos estar contentos porque
estamos en una crisis” pero “al menos podemos decir que la forma de
trabajar de la Junta durante este paro ha cambiado” porque la propuesta
inicial “sería terrible y un desastre total”. Por ello, cree que “la
mejor decisión es dejarlo en stand by hasta el 30 de junio” para ver
cómo responde el caladero y esperar a los informes que hagan los
científicos.
En un primer momento la Junta había propuesto que durante la primera
quincena de los meses de abril, julio, agosto, septiembre, octubre,
noviembre y diciembre de 2017 podrían ejercer la actividad 48 de los 96
barcos de draga hidráulica que capturan chirla, mientras que los otros
48 tendrían la posibilidad de salir a faenar durante los días 16 al 30
de esos meses, ambos inclusives.
En cuanto al tiempo de actividad permitido, la propuesta inicial de
la Junta señalaba a tres horas diarias como máximo para los meses de
abril, julio y agosto y con un tope de captura que no podrá superar los
100 kilogramos por barco y día en abril, y los 150 kilos por barco y día
en julio y agosto. Durante el periodo comprendido entre el 1 de
septiembre y el 31 de diciembre, se permitirá faenar cinco horas diarias
como máximo y 150 kilos por barco y día.
El sector de la chirla presentó en su día alegaciones a la orden
inicial de la consejería, al considerarla “surrealista, inviable y una
barbaridad”, sobre todo por establecer la salida de la flota por
quincenas.
Para los mariscadores lo más lógico sería retrasar el inicio de la
actividad para todas las embarcaciones hasta el 1 de julio. Los
pescadores entienden que los barcos tienen que pescar los cinco días de
la semana, veinte días al mes, ya que “la Seguridad Social no te permite
tener trabajando a los marineros dos semanas sí y otras no”. Además
rechazaban establecer “tres horas de esfuerzo pesquero” y solicitaban
una tara máxima de 150 kilos, y un horario de salida y entrada.
Los mariscadores siguen exigiendo subvenciones
Los pescadores seguirán exigiendo ayudas durante el tiempo que dura
la parada y no descartan protestas a este respecto. El patrón mayor de
la Cofradía de Pescadores de Punta Umbría, Manuel Fernández, indicó que
están esperando a que se haga “algún tipo de análisis por parte de la
Junta de Andalucía para ver que ayudas nos podrían dar durante estos
meses”, al tiempo que lamentó que la respuesta hasta el momento haya
sido “negativa” pese a lo cual van a seguir insistiendo. Manuel
Fernández señaló que “en el caso de que finalmente se determine que no
hay ayudas “habrá que sentar al sector pesquero y plantear lo que
podemos hacer” por lo que no ha querido descartar medidas de protestas
que, en cualquier caso, tendrá que decidirlo el sector afectado. Un
total de 96 barcos de draga hidráulica de Punta Umbría, Isla Cristina y
Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) faenan la chirla.
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